Cuatro de los bancos estatales más grandes de China anunciaron este domingo sus planes para recaudar un total combinado de US$ 71.600 millones en aportaciones privadas de inversores, incluyendo el Ministerio de Finanzas. Esta medida se enmarca en el compromiso de Beijing de fortalecer el sector bancario para respaldar la economía del país.

La recaudación de fondos tiene como objetivo aumentar el capital básico de nivel 1 de estas instituciones financieras. Esta decisión sigue a la promesa del gobierno chino, realizada a principios de mes, de recapitalizar los principales bancos estatales para mejorar su capacidad de impulsar la economía real. Como resultado del anuncio, las acciones de estos bancos registraron un incremento en su valor el lunes.

Entre los bancos que participarán en la captación de capital se encuentran:

• Banco de China, que prevé recaudar hasta US$ 22.700 millones.

• Banco de Construcción de China, con colocaciones privadas proyectadas de hasta US$ 14.400 millones.

• Banco de Comunicaciones, que emitirá acciones por un máximo de US$ 16.500 millones.

• Banco de Ahorros Postales de China, que planea recaudar hasta US$ 17.900 millones.

El Ministerio de Finanzas de China, principal accionista de estos bancos, participará en cada una de las rondas de captación de capital. Asimismo, se anunció que, tras la emisión de nuevas acciones, el Ministerio se convertirá en el accionista mayoritario del Banco de Comunicaciones.

Los bancos chinos han enfrentado un escenario desafiante en los últimos meses, con reportes de ganancias anuales débiles y una reducción en sus márgenes debido a la desaceleración económica y la crisis en el sector inmobiliario. Analistas han instado a las autoridades a capitalizar rápidamente estas instituciones para facilitar el otorgamiento de préstamos y así estimular el crecimiento económico.

Se prevé que la rentabilidad de los bancos chinos siga bajo presión, especialmente ante la posibilidad de nuevos recortes en las tasas de interés clave durante el año. China ha mantenido su objetivo de crecimiento económico en torno al 5% para este año, una meta similar a la del año pasado, respaldada por una política fiscal más expansiva destinada a contrarrestar las presiones deflacionarias y los efectos de los aranceles impuestos por Estados Unidos.