Para nadie es un secreto que China es muy estricto en sus reglas y parámetros políticos, financieros y productivos. Dado el Covid 19, este país cerró sus puertas al planeta tratando de proteger a su comunidad lo cual merece un aplauso, no obstante, el daño causado a la economía de muchos países aliados estratégicamente a sus producciones fue nefasto, no hubo piedad y varios comercios salieron perjudicados.

Las restricciones fueron enormes una vez se abrieron las puertas “temporalmente” con parámetros de seguridad nada parecidos al sistema anterior a la pandemia. Esto causó modificaciones económicas para los comerciantes que dependían de los productos y servicios de este país.

Este año recibimos una noticia que recobró la confianza en la economía global y de los países que dependen de este gran productor China, y se trata de la apertura total y definitiva de las fronteras de China. Este país ofrecerá nuevamente sus producciones al mundo entero, haciendo invitaciones masivas a ferias de gran importancia como la Feria de Guangzhou, mas conocida como la Feria de Cantón, esta se estableció en 1957 y que hoy se enorgullece de ser la más completa del mundo con una cantidad aproximada de expositores de 25.000. Espacialmente es la más imponente y cuenta con una cantidad de visitantes que supera cualquier expectativa.

Es el último país en abolir las restricciones fronterizas, más de un año después de que los primeros defensores de Covid Zero, como Singapur, Australia y Nueva Zelanda, reanudaran los viajes internacionales sin cuarentena.
La reapertura no traerá mucho riesgo de un nuevo brote porque las subvariantes BQ y XBB todavía son parte de la cepa omicron, dijo Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, a la emisora ​​​​estatal CCTV. Wu dijo que China no ha encontrado ninguna mutación nueva a nivel nacional.
Se espera que gran parte del flujo de viajeros entrante inicial provenga de Hong Kong, a través del cual viajará gran parte de la diáspora dados los vuelos directos limitados desde destinos globales a ciudades del continente. Ha habido prisa por asegurar lugares en la cuota diaria de unas 60.000 personas a las que se les permite viajar hacia el norte desde el centro financiero, incluidas 50.000 a través de las fronteras terrestres que separan los dos lugares.
De esta manera se da una apertura a la economía que no solo beneficia a China sino a muchos países que dependen porcentualmente de las producciones que llevan a sus países y permiten mejorar sus economías propias.